Se debe acudir al ginecólogo siempre que se note:
- Dolor punzante en alguna parte de la mama que persiste tras la menstruación.
- Cambios en la coloración o aspecto de la piel de la mama, con especial atención a la aparición del aspecto de piel de naranja.
- Resaltes en la mama, hoyuelos o hundimientos de la piel o palpación de bultos que no se palpaban previamente y que persisten tras la menstruación.
- Secreción de líquido por el pezón, fijandose en el aspecto (transparente, lechoso o sanguinolento) del mismo.
- En general, cuando aprecie cualquier cambio en sus mamas al realizar la autoexploración mensual.
Hay que recordar que en la mayoría de estos casos, los signos o síntomas descritos anteriormente corresponden a un proceso benigno y sólo en casos mínimos a un proceso maligno.
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